Qué visitar en Tenerife en cuatro días

Tenerife, situada frente a la costa africana y en pleno océano Atlántico, es la isla más grande y diversa del archipiélago canario. Con un clima suave durante todo el año, paisajes esculpidos por la lava y el viento, y el majestuoso Teide vigilando desde las alturas, la isla es un auténtico paraíso para los viajeros que buscan aventura, relax, cultura y sabor.

A lo largo de esta guía, te encontrarás con los contrastes más fascinantes de la isla, alternando entre el norte y el sur para que puedas aprovechar cada jornada al máximo. Desde senderos entre volcanes hasta atardeceres en acantilados, pasando por miradores panorámicos y rincones con alma local, aquí tienes todo lo que necesitas para enamorarte de Tenerife.

Descubre por qué Tenerife no es solo un destino para ver, sino para vivir.

Día 1 y 2: qué ver en Tenerife Norte

El norte de Tenerife es un refugio de naturaleza exuberante y pueblos con alma. Su clima más húmedo crea un paisaje único, lleno de bosques milenarios, acantilados imponentes y una vegetación que te invita a desconectar del bullicio y adentrarte en el corazón de la isla.

Parque Nacional de El Teide y alrededores

El Teide

El Teide, con sus 3.718 metros de altitud, es el punto más alto de España y una de las maravillas naturales más impresionantes del planeta. En este parque, caminarás por un paisaje lunar de rocas y campos de lava, como si estuvieras en otro planeta. Puedes acceder a la cima en teleférico o desafiarte a ti mismo con una ascensión a pie. Si deseas llegar al cráter, no olvides solicitar un permiso especial con antelación.

La Orotava

Este pintoresco pueblo es una joya de la arquitectura tradicional canaria. Sus calles empedradas, las casonas de madera y los jardines floridos te invitan a perderte por su historia. No te pierdas la Casa de los Balcones y la Plaza de la Constitución, desde donde podrás admirar vistas espectaculares del valle y el océano.

Puerto de la Cruz

Puerto de la Cruz, el primer núcleo turístico de la isla, es un lugar donde lo antiguo y lo moderno se fusionan. Además de pasear por su casco antiguo, puedes disfrutar de una experiencia única en el Lago Martiánez, diseñado por César Manrique, podrás disfrutar de una experiencia única entre piscinas de agua salada. Si prefieres el contacto con la naturaleza, Playa Jardín, con su arena negra, es el lugar ideal para relajarte.

Icod de los Vinos y su Drago Milenario 

Icod de los Vinos alberga uno de los símbolos más representativos de la isla: el Drago Milenario, un árbol legendario de entre 800 y 1.000 años de antigüedad. Puedes admirarlo desde la plaza Andrés de Lorenzo Cáceres de manera gratuita o accediendo al Parque del Drago para una experiencia más cercana.

Macizo de Anaga y Valle de Taganana

Anaga y el bosque de laurisilva

Declarado Reserva de la Biosfera, el Parque Rural de Anaga ofrece una experiencia completamente distinta al resto de la isla: senderos que serpentean entre montañas cubiertas de laurisilva, acantilados dramáticos y playas escondidas.

Es un paraíso para los amantes del senderismo, con rutas para todos los niveles:

• El Sendero de los Sentidos (30-60 min): Ideal para familias o quienes deseen disfrutar de un paseo corto pero profundamente inmersivo en la naturaleza.
• El Bosque Encantado (3-4 h): Un viaje al corazón de la laurisilva, donde helechos gigantes y vegetación ancestral te rodean. Necesitarás un permiso previo para embarcarte en esta ruta.
• Afur – Taganana – Playa de Tamadite (4-5 h): Una ruta circular que combina la majestuosidad de la montaña con la serenidad del mar, en un entorno de belleza indescriptible.

El Centro de Visitantes te proporcionará el mapa adecuado para elegir la ruta que mejor se ajuste a tu nivel, asegurándose de que no te pierdas en su laberinto verde. Es recomendable llevar calzado apropiado y un abrigo ligero: la altitud y la humedad pueden sorprenderte, incluso en pleno verano.

Valle de Taganana y sus playas

Este pintoresco valle, enclavado entre las montañas de Anaga, es uno de los lugares más encantadores de Tenerife. Sus casas blancas parecen abrazar la naturaleza, mientras que el azul intenso del océano rompe el paisaje. Desde el mirador de Roque de las Ánimas, las vistas de la costa y la inconfundible geografía volcánica te dejarán sin aliento.

En la costa, las playas salvajes como Roque de las Bodegas se presentan como el lugar perfecto para los amantes del surf, aunque el fuerte oleaje y el aparcamiento limitado hacen que solo los más valientes se atrevan a disfrutar de su agua cristalina. La Playa de Benijo y Playa de Almáciga, menos accesibles, son igualmente espectaculares y mantienen ese encanto salvaje que distingue a la costa de Anaga.

Punta del Hidalgo

A tan solo 30 minutos en coche desde San Cristóbal de La Laguna, Punta del Hidalgo se revela como uno de los rincones más tranquilos y apacibles del norte de Tenerife. Famoso por sus olas poderosas y sus piscinas naturales, es el refugio ideal para quienes buscan desconectar del bullicio turístico.

El lugar es hogar de diversas piscinas naturales de acceso gratuito, con duchas y servicios básicos para que puedas disfrutar del día sin preocupaciones. Además, las escaleras que bajan directamente al mar y las zonas habilitadas para nadar lo convierten en un lugar perfecto para los amantes del agua.

Las ciudades más conocidas de Tenerife: Santa Cruz y La Laguna

San Cristobal de La Laguna

La Laguna, Patrimonio de la Humanidad, es una de las ciudades más hermosas de la isla. Su casco histórico, lleno de calles adoquinadas y arquitectura colonial, es perfecto para un recorrido a pie. Desde la Plaza del Adelantado hasta el Convento de San Agustín, cada rincón tiene algo que contar. Puedes profundizar en su historia y encanto en nuestra guía sobre qué ver en La Laguna. 

Santa Cruz de Tenerife

Santa Cruz de Tenerife, la capital, es más que una ciudad cosmopolita. Entre su Plaza de España, el Mercado de Nuestra Señora de África y el Auditorio de Tenerife, descubrirás rincones perfectos para los amantes de la cultura y la arquitectura moderna. Descubre más sobre esta ciudad en nuestro artículo sobre qué ver en Santa Cruz de Tenerife. 

Costas y pueblos canarios encantadores

Garachico

Incluido en la lista de los pueblos más bonitos de España, Garachico enamora con sus calles adoquinadas, casitas blancas y un casco histórico detenido en el tiempo. Su joya natural son las piscinas de El Caletón, formadas por antiguas coladas volcánicas y de acceso gratuito, perfectas para un chapuzón frente al Atlántico. Pasea con calma, explora sus plazas y piérdete entre sus miradores. Es, sin duda, uno de esos lugares con alma que puedes disfrutar sin gastar un euro. 

Masca

Escondido entre barrancos y las montañas de Teno, a 680 metros de altura, se encuentra Masca, un pequeño caserío que parece sacado de un cuento. El trayecto por carretera es estrecho y serpenteante, pero el esfuerzo se ve recompensado al llegar a uno de los rincones más mágicos de Tenerife.

Masca sirve como punto de partida para una de las rutas de senderismo más famosas de la isla: el descenso del Barranco de Masca, que acaba en una playa salvaje. Requiere buena forma física y un plan logístico con barco de vuelta desde Los Gigantes. Además debes tener en cuenta que actualmente solo se puede hacer con reserva previa, pagando una tarifa y siguiendo un recorrido regulado por motivos de seguridad y conservación.

Los Silos

Los Silos, un pintoresco pueblo en la costa norte de Tenerife y muy cerca de Garachico, el sitio idóneo para quienes buscan tranquilidad y belleza natural. Con sus calles empedradas, una arquitectura tradicional canaria y las montañas de Teno como telón de fondo, pasear por las calles de Los Silos hace que sea una experiencia encantadora. 

En el casco central se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Luz, que destaca por su fachada blanca y su historia y en la costa, la Playa del Puertito de Los Silos, perfecta para practicar actividades acuáticas como el buceo o la pesca, rodeado por el hermoso paisaje del barranco.

Días 3 y 4: qué ver en Tenerife Sur

El contraste entre el norte y el sur de Tenerife es asombroso. Mientras que el norte se caracteriza por su verdor y frescura, el sur es conocido por su clima cálido y soleado, con un paisaje más árido y volcánico. Aquí, el mar, las playas doradas y las actividades acuáticas son las protagonistas.

Sol, deportes y playas del sur de Tenerife

Playa de La Tejita

Una de las playas más extensas y salvajes de Tenerife, La Tejita se encuentra al pie de la imponente Montaña Roja. Con su viento constante, es el refugio perfecto para los aficionados al surf y el windsurf.

El Médano

A escasos minutos del aeropuerto sur, El Médano es un pueblo vibrante y bohemio, epicentro del kitesurf en Tenerife. Sus playas son amplias y ventosas, ideales para deportes acuáticos, y el ambiente es relajado y local. Desde aquí parte una ruta de senderismo muy popular: el ascenso al volcán de Montaña Roja  de 171 metros de altura, con vistas espectaculares al litoral. 

Playa de Las Américas

El corazón turístico del sur, Playa de Las Américas es conocida por su animada vida nocturna y su ambiente cosmopolita. Entre sus encantos se encuentra la Playa de Troya, de aguas tranquilas y arena dorada, ideal para quienes buscan relajarse sin renunciar a la comodidad.

Playa de Las Vistas y Los Cristianos

En el municipio de Arona, las playas de Las Vistas y Los Cristianos son perfectas para familias. Las Vistas destaca por su accesibilidad y servicios, ofreciendo un ambiente seguro para disfrutar del sol. Los Cristianos, por su parte, fusiona la tradición pesquera con la modernidad, brindando una amplia oferta gastronómica y de ocio.

Playa de San Juan

Este pequeño paraíso en Guía de Isora se encuentra entre la costa volcánica y una playa de arena negra. Con su ambiente tranquilo y cuidado, que incluye duchas y un paseo marítimo, es una excelente opción para quienes buscan pasar un día relajado.

Los Gigantes

Una visita a Tenerife no estaría completa sin explorar Los Gigantes, uno de los lugares más asombrosos de la isla. Este pintoresco pueblo, ubicado en el suroeste, es famoso por sus imponentes acantilados de roca volcánica que se elevan más de 300 metros sobre el mar. Desde diversos puntos del pueblo, como la Playa de los Guíos y el mirador de Archipenque, puedes admirar estas majestuosas formaciones. Para una experiencia aún más impresionante, te recomendamos una excursión en barco o un recorrido en kayak, que te permitirá contemplar esta muralla volcánica desde el mar. Además, Los Gigantes es un lugar privilegiado para el avistamiento de ballenas y delfines.

Punta Teno

El extremo más occidental de Tenerife ofrece algunas de las vistas más espectaculares de la isla. Este rincón es ideal para quienes buscan escapar del bullicio y disfrutar de la serenidad. Las vistas de Los Gigantes al atardecer son simplemente inolvidables.
El acceso en coche está restringido, por lo que te sugerimos consultar los horarios del transporte público antes de planificar tu visita.

Reserva Natural Montaña Roja 

La Tejita es una playa muy tranquila en el sur de Tenerife, con una vista privilegiada al volcán Montaña Roja. Con 1 kilómetro de extensión, es la playa natural más larga de Tenerife. El viento constante atrae a practicantes de surf y windsurf, mientras que en su lado este se puede hacer nudismo tranquilamente. Está muy cerca de playa El Médano, al otro lado del volcán Montaña Roja. 

Es una playa salvaje y alejada de las zonas turísticas más populares y por eso es una de las mejores playas que ver en Tenerife para conectarte con la naturaleza y escapar de las multitudes de turistas. Te recomendamos que lleves sombrillas ya que es un área abierta sin muchos refugios contra el sol. 

Arico viejo 

Arico Viejo es una de las localidades principales en el municipio. Es un pueblo encantador de casas blancas y una arquitectura típicamente tinerfeña y también uno de los destinos favoritos para escaladores, con rutas de todos los niveles. La costa de Arico alberga playas casi vírgenes como El Porís, Tajao y Abades, donde se ubica Kora Nivaria Beach. Buceo, snorkel y desconexión asegurada. 

El Porís de Abona y Punta de Abona 

La villa pesquera de El Porís de Abona es una de las joyas más desconocidas de Tenerife. Se encuentra en una bahía parcialmente protegida del viento, lo que la convierte en un lugar agradable y acogedor, ideal para recargar las pilas si vienes de otras playas más expuestas. La zona del muelle es una favorita entre los locales para tomar el sol, comer algo y darse un chapuzón. Pocos metros más allá está la playa, pequeña pero tranquila, con pocas piedras y un oleaje suave. 

A solo unos minutos de nuestro alojamiento Kora Nivaria Beach, El Porís de Abona es una escapada perfecta en bici o incluso a pie. Desde ahí, en apenas cinco minutos más en coche (o unos 25 minutos caminando), puedes llegar a Punta de Abona y su emblemático faro, uno de los siete que tiene Tenerife. Muy cerca te espera también Playa Grande, con su arena dorada, oleaje tranquilo y muy poca afluencia de turistas: una de las mejores playas que ver en la isla. 

Tenerife: una isla, mil formas de vivirla  

En estos cuatro días, has descubierto solo una pequeña parte de lo que Tenerife tiene para ofrecer. Desde sus paisajes volcánicos hasta sus pueblos llenos de historia, cada rincón de la isla cuenta con una historia propia. Si tienes más tiempo, aún te esperan muchas más maravillas por explorar. En esta guía te hemos propuesto un itinerario para descubrir lo esencial, pero si tienes más tiempo, puedes ampliar tu ruta con estos otros artículos:

• Los mejores lugares que ver en tu visita a Tenerife

• Sitios imprescindibles de Candelaria 

• Qué ver en Santa Cruz de Tenerife 

• Qué ver en La Laguna 

• Saborea Tenerife: la gastronomía de la isla 

Guarda esta guía, compártela y prepárate para enamorarte de cada rincón. Tenerife no es solo un destino, es una experiencia que se vive paso a paso.