Qué comer en Tenerife

La cocina de Tenerife es un reflejo vivo de su tierra volcánica, su clima privilegiado y la mezcla de culturas que han influido en la isla a lo largo del tiempo. Una gastronomía rica, colorida y con carácter, donde conviven tradiciones ancestrales con propuestas innovadoras. Desde el bullicio de los mercados donde aún huele a fruta recién cortada, hasta el silencio elegante de los restaurantes con estrella Michelin, cada bocado guarda una historia.

Entre los imprescindibles, destacan los pescados del Atlántico —como la vieja o el cherne—, las papas arrugadas con mojo, los quesos artesanos (muchos de cabra y premiados internacionalmente) y los vinos con denominación de origen, especialmente los elaborados en el norte de la isla. Tampoco puedes irte sin probar el gofio, un alimento ancestral hecho a base de cereales tostados, aún muy presente en la cocina local.

¿Te apetece seguir explorando la isla a través de sus sabores? Entonces echa un vistazo a nuestro artículo sobre qué ver en Tenerife, donde te recomendamos algunos lugares imprescindibles cerca de los mejores restaurantes y mercados locales.

Quesos canarios: tradición con carácter propio

El queso es uno de los productos estrella de la gastronomía tinerfeña. Desde variedades suaves y cremosas hasta curados de sabor intenso, todos se elaboran de forma artesanal, con mimo y paciencia. Entre los más reconocidos están el Queso de Flor y el Queso de Cabra, que puedes encontrar tanto en los mercados locales como en muchos guachinches y restaurantes tradicionales. Su sabor es único: una mezcla de paisaje, historia y buen hacer.

Vinos de D.O. Tacoronte-Acentejo: el alma del norte

La comarca vitivinícola de Tacoronte-Acentejo, en el norte de Tenerife, fue la primera en obtener una denominación de origen en Canarias. Los viñedos, cultivados sobre suelos volcánicos y en terrazas escalonadas, dan lugar a vinos con gran personalidad: tintos intensos y blancos frescos con notas minerales.

Uno de los mejores lugares para sumergirse en esta cultura vinícola es La Casa del Vino, ubicada en una hacienda del siglo XVII en El Sauzal. Allí podrás catar una cuidada selección de vinos acompañados de productos locales, visitar su museo, su jardín de variedades de uva o disfrutar de una comida con vistas al mar.

Una parada ideal en tu ruta por el norte, que puedes complementar con la visita a pueblos con encanto como La Laguna, Patrimonio de la Humanidad y lleno de rincones con alma.

Los mejores dulces tradicionales tinerfeños 

La repostería de Tenerife es sencilla pero sabrosa, y está llena de recuerdos familiares.  Uno de sus postres más emblemáticos es el bienmesabe, una crema espesa de almendras, miel y yema de huevo. También destacan las truchas de batata, una empanadilla dulce, parecida a una pasta, rellena de batata y almendra.

Otros dulces tradicionales que puedes encontrar en las pastelerías locales son los rosquetes de vino, las tortas de almendra o los huevos moles. Todos ellos saben a hogar.

Pescados y mariscos: sabor a costa 

El Atlántico impregna la cocina tinerfeña con su sabor salado. En los pueblos costeros, como Los Abrigos, abundan los restaurantes especializados en pescado fresco. Platos como la vieja, el cherne o las lapas se preparan de forma sencilla, resaltando la frescura del producto.

Algunos de los restaurantes más recomendados en la zona son Los Roques, El Cangrejo Loco o La Langostera, todos con ambiente marinero y vistas al mar. Desde Kora Nivaria Beach, puedes llegar en apenas 15 minutos en coche o también en guagua.

Alta cocina: sabor con estrella

Tenerife también es territorio gourmet. La isla cuenta con varios restaurantes galardonados por la Guía Michelin, como Nub (★), El Rincón de Juan Carlos (★★), Akira Back Abama (★) o M.B (★★). Todos ellos reinterpretan la cocina canaria desde una perspectiva contemporánea, con menús degustación cuidados al detalle y productos locales de máxima calidad.

Una experiencia que combina sabor, técnica y creatividad, ideal para celebraciones o para quienes buscan una comida inolvidable. Conviene, eso sí, reservar con antelación, especialmente en temporada alta.